STORYBOARD

Una de las mayores motivaciones que encuentro en la práctica de la pintura, es esta especie de incierto fenómeno alquímico mediante el cual la materia informe va mutando gradualmente hasta devenir en imagen. La imagen pictórica es el último momento de un proceso y, a la vez, el inicio de otro. Una frontera que divide los dos términos fundamentales de la intersubjetividad que supone la pintura: por un lado todo el conjunto de los procedimientos, reflexiones, backgrounds y referentes involucrados en su creación, y por otro el acto de interiorización mediante el cual el observador incorpora esta imagen a su sistema de relaciones y la "arranca" del cuadro.

Los cuadros de la serie Storyboard se inspiran en las transformaciones que sufre el espacio cotidiano bajo la mirada del cine, y en la importancia del lenguaje cinematográfico en la construcción de nuestros imaginarios. En ellos me sirvo del paisaje urbano por su cualidad de lugar familiar y accesible a la experiencia del observador, y por el potencial simbólico y narrativo que puede ofrecer al ser sujeto de una puesta en escena que pervierta, precisamente, esa visión de familiaridad.

De esta manera utilizo la imagen de la ciudad como metáfora de las relaciones buscando crear escenarios de encuentros o de rupturas. Un punto de tensión entre el adentro y el afuera, entre lo pasado y lo presente, entre lo relativo y lo absoluto... Dialécticas ocultas tras los pliegues de lo cotidiano y dispuestas para ser descubiertas, intuidas, reinterpretadas y enriquecidas por la mirada del observador.


Barcelona, otoño de 2011












What's So Funny? Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Box-Office Óleo sobre madera, 46 x 55 cm. 2011


Time Out Óleo sobre madera, 46 x 55 cm. 2011



Firework Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Bye Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Afterglow Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Roundabout Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Summertime Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Beware of the Dog Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011